miércoles, 20 de noviembre de 2013


El juego y la matemática, en su naturaleza misma, tienen rasgos comunes. Es necesario tener en cuenta esto, al buscar los métodos más adecuados para transmitir a los alumnos el interés y el entusiasmo que las matemáticas pueden generar, y para comenzar a familiarizarlos con los procesos comunes de la actividad matemática.

Por qué considerar los juegos en la enseñanza de las matemáticas: 

♦ Motivan al alumno con situaciones atractivas y recreativas. 
♦ Desarrollan habilidades y destrezas. 
♦ Invitan e inspiran al alumno en la búsqueda de nuevos caminos. 
♦ Rompen con la rutina de los ejercicios mecánicos.
♦ Crean en el alumno una actitud positiva frente al rigor que requieran los nuevos contenidos a enseñar.
♦ Desrrollan hábitos y actitudes positivas frente al trabajo escolar.
♦ Estimulan las cualidades individuales como autoestima, autovaloración, confianza, el reconocimiento de los éxitos de los compañeros dado que, en algunos casos, la situación de juego ofrece la oportunidad de ganar y perder.